No espero lo probable, nada más lo inimaginable; un viaje a ninguna parte en un sitio conocido...

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El arte de la guerra

De Sun Tzu



Capítulo Primero

Sobre la evaluación
(Fragmento)

Sun Tzu dice: la guerra es de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es forzoso manejarla bien. No reflexionar seriamente sobre todo lo que le concierne es dar prueba de una culpable indiferencia en lo que respecta a la conservación o pérdida de lo que nos es mas querido; y ello no debe ocurrir entre nosotros.

Hay que valorarla en términos de cinco factores fundamentales, y hacer comparaciones entre diversas condiciones de los bandos rivales, con vistas a determinar el resultado de la guerra. El primero de estos factores es la doctrina; el segundo, el tiempo; el tercero, el terreno; el cuarto, el mando; y el quinto, la disciplina.

La doctrina significa aquello que hace que el pueblo esté en armonía con su gobernante, de modo que le siga donde sea, sin temer por sus vidas ni a correr cualquier peligro.
El tiempo significa el Ying y el Yang, la noche y el día, el frío y el calor, días despejados o lluviosos, y el cambio de las estaciones.

El terreno implica las distancias, y hace referencia a dónde es fácil o difícil desplazarse, y si es campo abierto o lugares estrechos, y esto influencia las posibilidades de supervivencia.
El mando ha de tener como cualidades: sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y disciplina.

Por último, la disciplina ha de ser comprendida como la organización del ejército, las graduaciones y rangos entre los oficiales, la regulación de las rutas de suministros, y la provisión de material militar al ejército.

Estos cinco factores fundamentales han de ser conocidos por cada general. Aquel que los domina, vence; aquel que no, sale derrotado. Por lo tanto, al trazar los planes, han de compararse los siguiente siete factores, valorando cada uno con el mayor cuidado:

¿Qué dirigente es más sabio y capaz?

¿Qué comandante posee el mayor talento?

¿Qué ejército obtiene ventajas de la naturaleza y el terreno?

¿En qué ejército se observan mejor las regulaciones y las instrucciones?

¿Qué tropas son más fuertes?

¿Qué ejército tiene oficiales y tropas mejor entrenadas?

¿Qué ejército administra recompensas y castigos de forma más justa?

Mediante el estudio de estos siete factores, seré capaz de adivinar cual de los dos bandos saldrá victorioso y cual será derrotado.

El general que siga mi consejo, es seguro que vencerá. Ese general ha de ser mantenido al mando. Aquel que ignore mi consejo, ciertamente será derrotado. Ese debe ser destituido. Tras prestar atención a mi consejo y planes, el general debe crear una situación que contribuya a su cumplimiento. Por situación quiero decir que debe tomar en consideración la situación del campo, y actuar de acuerdo con lo que le es ventajoso. El arte de la guerra se basa en el engaño. Por lo tanto, cuando es capaz de atacar, ha de aparentar incapacidad; cuando las tropas se mueven, aparentar inactividad. Si está cerca del enemigo, ha de hacerle creer que está lejos; si está lejos, aparentar que se está cerca. Poner cebos para atraer al enemigo.

Golpear al enemigo cuando está desordenado. Prepararse contra él cuando está seguro en todas partes. Evitarle durante un tiempo cuando es más fuerte. Si tu oponente tiene un temperamento colérico, intenta irritarle. Si es arrogante, trata de fomentar su egoísmo.

Si las tropas enemigas se hallan bien preparadas tras una reorganización, intenta desordenarlas.

Si están unidas, siembra la disensión entre sus filas. Ataca al enemigo cuando no está preparado, y aparece cuando no te espera. Estas son las claves de la victoria para el estratega.

Ahora, si las estimaciones realizadas antes de la batalla indican victoria, es porque los cálculos cuidadosamente realizados muestran que tus condiciones son más favorables que las condiciones del enemigo; si indican derrota, es porque muestran que las condiciones favorables para la batalla son menores. Con una evaluación cuidadosa, uno puede vencer; sin ella, no puede.

Muchas menos oportunidades de victoria tendrá aquel que no realiza cálculos en absoluto.

Gracias a este método, se puede examinar la situación, y el resultado aparece claramente.

Glosario: en él compendio mis glosas

De Michel Leiris




Una monstruosa aberración induce a los hombres a creer que el lenguaje nació para facilitar sus relaciones mutuas. Con este fin utilitario redactan diccionarios, en los que catalogan las palabras y las dotan de un sentido claramente definido (según creen), basado en la costumbre y en la etimología. Ahora bien, la etimología es una ciencia perfectamente vana que no informa en absoluto sobre el verdadero sentido de la palabra, es decir: el significado particular, personal, que cada cual debe asignarle de acuerdo con su entendimiento.



En cuanto a la costumbre, superfluo es decir que resulta el criterio más bajo a que podamos referirnos.



El sentido habitual y el sentido etimológico de una palabra no pueden enseñarnos nada sobre nosotros mismos, puesto que ambos representan la fracción colectiva del lenguaje, hecha por todos y no por cada uno de nosotros.



Cuando analizamos las palabras que nos gustan, sin preocuparnos por seguir ni la etimología ni el significado admitido, descubrimos sus virtudes más ocultas y las ramificaciones secretas que se propagan a travez de todo el lenguaje, canalizadas por las asociaciones de sonidos, de formas y de ideas. El lenguaje se transforma entonces en oráculo y en él tenemos (por tenue que sea)un hilo para guiarnos en la Babel de nuestro espíritu.



(1925)

El significado y valor de la muñeca sexual

Por: Ana Iveth Xaxalpa Romo

El objetivo de este trabajo es comparar la manera discursiva de cómo se le da un valor y un significado a la muñeca sexual más allá de ser sólo un objeto para satisfacciones de este tipo, a través de dos textos que difieren entre sí en su forma, pero comparten este tema en común: el cuento “Muñequita linda” de Jorge Ninaypata de la Rosa y un one-shot (cómic de extensión corta) de Lynn Okamoto llamado “Memoria”.
Una muñeca sexual es un tipo de juguete sexual que puede emular el tamaño, y por lo general, la forma de una mujer con el propósito de tener un contacto sexual simulado o como otro tipo de asistente para la masturbación. Pueden ser de cuerpo entero o consistir solamente la parte pélvica, pero siempre cuentan con los orificios indispensables para realizar el acto sexual: ano, vagina y boca. Sus materiales pueden ser vinilo, látex y silicona; dependiendo de estos la muñeca va teniendo rasgos, forma y volumen más apegado al de una persona real. Su historia data de las décadas del 30 y el 40, cuando se desarrollaron formalmente en Estados Unidos y Japón como una versión modernizada de las “damas de viaje” de los marineros españoles y franceses que consistían solamente tela cosida, aunque posteriormente fue en el 50 cuando comenzó a tener más impacto con la muñeca alemana “Bild Lilli”.
Aunque la muñeca sexual es una especie de analogía a la figura femenina, a veces este significado se puede contraponer. La mujer simboliza lo primigenio de la fecundidad vinculada a la luna, la tierra y el agua; con poderes instintivos siempre en oposición a la racionalidad masculina. Por esto es que es una figura compleja que ha tenido varias caras que van en una gama polar de bueno/ malo.[1] La muñeca tiene una simbología un poco más compleja, que casi siempre va hacia un lineamiento de la representación de un atributo del mundo exterior o interior de la persona que más valora. Así por ejemplo, para las wiccas representan un homenaje hacia el poder, rol y sangre de la mujer que dependiendo de su tamaño representaba el legado de sabiduría que se iba heredando generación tras generación[2]; en cuanto a los bambara, simboliza la habilidad humana. En caso que se aplican más al contexto personal, la muñeca puede ser una representación de la inocencia infantil u otras veces es tiene más significación en la psicopatía que en el simbolismo: puede ser que a través del juguete se refleje la personalidad o la carencia que esté afectando en la psique de la persona o sea una forma de erotomanía o desviación del instinto maternal, una regresión a la infancia.[3] Entonces la relación que tienen estos dos significados simbólicos entre sí es que a través de la muñeca, en uso general, es que a través de esta representación física, se pueden manifestar los muchos puntos de vista que se tienen sobre la figura femenina, ya sea de exaltación hacia sus valores positivos. Pero cuando la muñeca pasa a una utilidad sexual, representa algo que la mujer quisiera que fuera para la persona que busca en ella a una pareja, pero aunque la exaltación positiva de la figura femenina se ve un poco mermada, la necesidad primigenia estar en contacto con esta fuerza dadora de vida no se anula.
Aunque usualmente se asociaría la utilización de la muñeca sexual como una manifestación de una psicología machista, en estos casos la literatura deja entrever que hay algo más que esa función primordial a una valorización de la figura femenina y su relación con el amor, la vida y la muerte.
Primero, paso al aspecto de relación más básico sobre el tema, que es el papel de la muñeca en la sexualidad de los hombres de ambas historias. Lo primero es en el aspecto moral, que se aplicaría la cuestión sexual, el cual es la dignidad de persona que asigna el autor. Muñeca es así como el ejemplo de la mujer ideal del hombre: su dignidad reside es que sólo se limita a ejercer su sexualidad con los cuatros ancianos que la compraron, es abnegada ya que soportó sin decir nada los maltratos de antiguo dueño en Estados Unidos (su lugar de origen) y supo perdonar a Lucio por haberla matado de una mordida en su ataque de ira cuando estaba borracho. Ella una antítesis de este “ejemplo” moral de sexualidad, Nanette, otra muñeca sexual supuestamente traída de Francia pero en realidad era de un embarque lote acabado en Minnesota. Había estado con los soldados que fueron a la guerra de Vietnam y ahora vivía en Barrio de Acero dando amor a menesterosos de mala muerte, eso en la misma opinión del narrador. “Muñequita linda” plantea un problema en cuestión: la soledad de las personas de la Tercera Edad. Casi todos los ancianos que poseían a Muñeca vivían solos y trabajan en empleos sencillos para poder sobrevivir, en ningún momento nos dice si Marco, Cleto o Rómulo tuvieron alguna vez familia; solamente sabemos que Lucio está divorciado y abandonado por sus hijos por sus acciones que realizó en su juventud. Al no tener quien les brinde alguna muestra de afecto o amor, es muy fácil que el Marco, el primero anciano en saber de la venta de Muñeca por parte de un contrabandista panameño, se interesara en comprarla después de pensarlo mucho. Aquí se podría aplicar la desviación de regresar a la infancia, ya que entre los cuatro ancianos cuidan y quieren a muñeca como a una persona como lo hacen los niños con sus juguetes. Aunque lo anterior también se aplicaría en menor grado en la otra historia, “Memoria”. El chico se refugia en la de retroceso de maduración sexual debido a un trauma de la infancia en cuestión de su propia exploración de relación con personas del sexo opuesto al tratar de consolidar una relación formal a largo plazo con una compañera de la escuela llamda Emi. Pero al ver que ella no supo cómo reaccionar ante tal proposición, aunque en el fondo le agradó, pensó que no podría establecer por el resto de su vida otra relación de este tipo con ninguna otra chica, por su mismo encasillamiento en la infancia. Si la soledad desesperante era el problema de “Muñequita linda”, el miedo a conocer la sexualidad e ignorarla es lo que expone esta historia, ya que ambos protagonistas se quedan en una concepción infantil de estas cosas de adultos. Emi también es otro aspecto a considerar ya que debido a su estado de inmovilización durante doce años, no le deja conocer el mundo conforme fue creciendo, y por eso tenía una idea básica sobre el matrimonio, que consistía en vivir juntos haciendo los quehaceres del hogar, reflejándolo cuando su espíritu toma posesión de la muñeca sexual y vive durante dos días con el chico. Cuando finalmente su deuda en la tierra se ve resuelta desde su punto de vista de lo que es la vida en pareja, debido a que el chico se complace con su compañía al ayudarlo con las actividades domésticas, le hace ver al chico que puede ser capaz de querer y establecer relaciones más complejas con personas del sexo opuesto. Con le abre las puertas al protagonista para poder conocer y llevar a cabo su sexualidad.
En ambas historias hay dos signos que abren y cierran la trama de la historia: la caja y el ataúd, que en sí es como la alegoría de la vida humana. La caja representa el recinto donde comienza la vida y el cuerpo de lo materno, separando del mundo lo precioso y frágil de la vida. El ataúd sería un regreso a ese mismo recinto, al útero para un posible segundo renacimiento. La aplicación de estas significaciones semióticas se observan claramente en las dos historias. En “Muñequita linda” los ancianos llevan a Muñeca en su forma desinflada a uno de sus nuevos hogares (la casa de marco) en una caja de cartón de 30 X 30, pero ella aparece en un principio guardada en un maletín de piel de cocodrilo de donde fue traída de Miami por el contrabandista. Cuando Muñeca “muere”, los ancianos con mucha dificultad consiguieron un ataúd medio decente donde depositarla, de madera endeble y que le faltaba otra capa de barniz. En “Memoria”, la muñeca que compra el chico es de silicón; al ser la figura de tamaño real, su caja es un poco más grande. Aquí la significación semiótica de la caja tendría más sentido, ya que después de que el chico abre la caja y desenvuelve del plástico a la muñeca, el espíritu de Emi entra el cuerpo de la muñeca dándole vida. Y tiene un peso más contundente al final cuando el protagonista va a la casa de Emi, donde sus padres se encuentran velándola, que se encuentra frente a frente a la persona real en ataúd; entonces sería un gran contraste entre la caja y el ataúd, ya que con esto se cerraría el círculo de la vida. Viéndolo bien, también podríamos observarlo en “Muñequita linda”, pero el estilo de narrativa visual en “Memoria” refuerza más la escena.
Después de este punto importante, nos podemos preguntar cómo se da el amor en las historias. “Memoria” es en sí una historia de amor que toca el alma de quien ve la imagen y el diálogo ya combina de una manera sencilla un poco de romanticismo con realismo mágico. Es un amor inocente que se dio entre los dos protagonistas desde la niñez, pero debido a la edad, los separó la inseguridad y las circunstancias trágicas (el accidente y la condición de inmovilización de Emi hasta su muerte por eutanasia) hasta que se pudieron reunir años después cuando fueron un poco más mayores por este hecho de la reencarnación breve de Emi en la muñeca que el chico compró. Ellos vuelven a sentir el amor en ellos por la convivencia que tienen, aunque en el último momento la inseguridad no pudo permitir que la expresión del amor entre los enamorados de nuevo, ambos se pudieron despedir y seguir adelante. Pero a lo largo de la historia el amor convive en un espacio entre vida y muerte, pero éste alguna vez fue real dándose a través de dos entes físicos. En “muñequita linda”, el amor de los ancianos hacia la muñeca es una manifestación de la urgencia de que alguien les brinde este sentimiento, pero ellos consideran a Muñeca como una mujer normal y se sienten cómodos con su compañía, más cuando tienen sexo con ella. Cada anciano tiene ama a Muñeca de una manera diferente, pero en el texto nos hablan del amor de Marco, Lucio y Cleto. Cleto lo único que puede hacer es hablar con Muñeca debido a su problema de próstata; Lucio es un personaje que quiere encontrar en ella a alguien que lo ame y acepte como es, tras la pérdida de su familia, pero después de propinarle la mordida mortal en su enojo influenciado por el alcohol, al verse negado de algunas palabras de amor por parte de Muñeca; siente una gran culpa. Marco es el que más ama a Muñeca, ya que desde que oyó de ella se prendó profundamente, incluso cuando le tocaba su turno de tenerla, era bastante conocida la música de fondo con la que él bailaba con Muñeca, incluso esta escena era recurrente en Barrio Bajo:
Los días que a Muñeca le tocaba vivir con Marcos, los vecinos de Virú oían brotar incansablemente, ya de día o ya de noche, el mismo bolero afilado por la aguja del tocadiscos Nordmende. Y no necesitaban entrar en la imprenta, doblar hacia la derecha por el pasadizo, subir los ochenta y dos escalones de mármol gastado y llegar a la habitación de él para saber que estaba bailando con Muñeca, “chic tu chic”, su cara perdida entre los cabellos rubios, apretando la cintura — ¡ay!, ya no tan estrecha como cuando era más joven — e insistiendo con la rodilla pecaminosa entre las piernas siempre núbiles de ella.[4]
Después de la muerte y entierro de Muñeca, Marcos demuestra ser el más afectado con su pérdida, ya que incluso al final se le observa realizando el mismo ritual de baile como si tuviera a Muñeca entre sus brazos, pero sabe que ella ya no estará más con él o con cualquiera de sus amigos.
Adivinaban al viejo volviendo a poner el disco, bailando solo en un rincón oscuro, pero creyendo también que volvía a sentir eso que había sentido no hace mucho: lo que alguna gente llamaba la felicidad y que ya no sentiría jamás porque el amor, el verdadero amor, se gozaba sólo una vez en la vida. (¡Salud!)[5]

La humanización de la muñeca en las dos historias se aborda de una manera interesante, especialmente en “Muñequita linda”. El narrador a lo largo de la obra juega con el hecho de que Muñeca es una persona real, pero la realidad es otra hasta el punto de dejar confundido al lector en un principio. Los aspectos de humanización en la muñeca son el darle un lugar en la sociedad como persona cuando gana el concurso de belleza frente a dos personas reales, una mujer que sería la futura esposa del gobernador de la ciudad y otra un poco más letrada que estaba destinada a llegar más allá.  A la vez, refiere que tiene cuestiones básicas en los humanos como costumbres y caprichos, pero refiriendo dos veces cosas que a ella le desagradan como hacer el amor con las luces encendidas y cuando Lucio se pone borracho.
Había olvidado que cuando a Muñeca la trataban mal, se enfadaba y decía no hablar. Además, ella nunca bebía — el licor le produce gases — y aborrecía el lenguaje procaz de los borrachos.[6]
 También deja explícitamente que tiene sentimientos al decir que se encontraba triste por la situación actual del lugar donde vivía.
Algunas veces Marcos la dejaba sentada mirando la calle a través del tul de la ventana, y a ella se le humedecían los ojos al advertir tanta pobreza, al ver pasar alguna manifestación de despedidos, uno que otro asalto, y al comprobar cómo el barrio se había ido viniendo cuesta abajo. En sus pestañas temblaban algunas lágrimas.[7]
Esta tristeza ante un mundo en decadencia nos llega otro rasgo de humanidad que marca profundamente a Muñeca: la vejez. El narrador la manifiesta al principio diciendo que sus caderas ya no eran tan estrechas y marcando la pesadumbre en sus ojos, pero por sobre todo dándole un cuadro patológico de dolor de espalda, específicamente en las costillas. Pero aquí hay otra cosa igual de interesante, la importancia que se da a los ojos, que le sirven como un medio de comunicación de muñeca (aunque en una de las citas anteriores refiere que puede hablar) no solamente para expresar sentimientos. Desde que fue recibida por los ancianos siempre los tenía abiertos, pero cuando muere, los cierra. “Memoria” utiliza magistralmente este recurso a través de su imagen, cuando el chico compra la muñeca, ésta tiene los ojos cerrados y una vez que es poseída por el espíritu de Emi, los abre. A partir de este hecho es cuando la muñeca adquiere una humanidad total, ella era sólo un cascaron vacío receptible de contener alma. Es entonces, que cuando el espíritu de Emi se va del lado del chico, cae en un profundo sueño volviendo otra vez a cerrar los ojos.
            Entonces nuestro último aspecto es la influencia de la muñeca que tiene en sus protagonistas. “Muñequita linda” no se limita a sólo hacer que Muñeca haga sentirse amados a los viejos, sino por toda la sociedad desde que ganó el concurso de belleza, incluso se llegó a escribir un veros que entre la gente de Barrio Bajo se cantaba, convirtiéndose en parte de la vida común de ahí. Cuando ella muere, todos los habitantes se sienten condolidos con los ancianos y los acompañan en la marcha fúnebre.
A su paso, habían salido los vecinos a las puertas de sus casas, a las azoteas, mientras un grupo numeroso formado por adultos, niños y perros seguía detrás en silencio. La masa inundó la cuadra cinco de la avenida, donde un desconcertado policía de tránsito demoró más de la cuenta en sonar en hacer sonar su silbato para que los vehículos dejaran pasar el cortejo.[8]
La influencia de la muñeca en “Memoria” la situación es muy individual, solamente es cerrar un cabo abierto en la vida del chico, él sólo tenía miedo de convivir con las chicas debido a una mala interpretación de la infancia de una experiencia de acercamiento a la vida en pareja. Pero de nueva cuenta tiene que encarar esta parte de su pasado, para hacerle ver que las cosas nunca fueron así y eran de otra manera. Entonces, el chico se aventura a buscar el amor sabiendo que puede ser capaz de amar y ser amado por una mujer.
            En conclusión, “Muñequita linda” nos ofrece un punto de vista abordado desde la literatura cuestiones sobre la soledad y su reflejo a través de la sexualidad. También es alegorizar sobre el rol amoroso de la mujer a través de su vida y muerte en el punto de vista experiencial del hombre y lo que le deja a éste junto con la sociedad que le rodea. La humanización de muñeca, es un asunto de una complejidad más desarrollada ya que deja de sí que no es un objeto sexual, sino también un ser querido para los que le rodean. “Memoria” tiene un valor semejante en cuanto a la metaforización del papel de la mujer dentro del amor, que tiene una gran fuerza debido a las imágenes que van narrando la acción, pero nos plantea una situación de soledad que acontece actualmente y a veces se refleja sexualmente cuando las personas prefieren el sexo con muñecas antes que tratar de formalizar una relación, pero que tiene solución si la persona decide superar las limitaciones que ella misma se impone. Siendo una manifestación de la figura femenina un factor de cambio importante.



Bibliografía

Biedermann, Hans. Diccionarios de los símbolos. Ed. Paidós, 1993.
Chevalier, Jean y Alain Gheerbrant. Diccionario de símbolos. 7° edición, Ed. Herder, 1993.
Cirlot, Juan Eduardo. Diccionario de los símbolos. 5° edición, Ed. Siruela, España, 2001.
Landolfi, Hugo. “Crisis de valores: la soledad y las muñecas de látex como una vía de evasión” en Sabiduría.com: Liderazgo, 19 de noviembre del 2010 en http://www.sabiduria.com/liderazgo/soledad-humana/

Nefer, “Origen sobrenatural de las muñecas!”  en Vida sobrenatural por Nefer, 18 de noviembre del 2010 en http://vidasobrenatural.foroactivo.com/noticias-e-investigaciones-sobrenaturales-f13/origen-sobrenatural-de-las-munecas-t73.htm

Ninaypata de la Rosa, Jorge. “Muñequita linda” en El cuento hispanoamericano, Seymour Menton (Comp.), 9° ed. FCE, México, 2007, p. 726

Revilla, Fernando. Diccionario de iconografía y simbología, 4° ed., Ed. Cátedra, España, 2003




[1] Cooper, J.C. Diccionario de símbolos, Ed. G. Gill, México, 2000, p. 121
[2] Nefer, “Origen sobrenatural de las muñecas!”  en Vida sobrenatural por Nefer, 18 de noviembre del 2010 en http://vidasobrenatural.foroactivo.com/noticias-e-investigaciones-sobrenaturales-f13/origen-sobrenatural-de-las-munecas-t73.htm
[3] Cirlot, Juan Eduardo. Diccionario de los símbolos. 5° edición, Ed. Siruela, España, 2001, p. 323
[4] Ninaypata de la Rosa, Jorge. “Muñequita linda” en El cuento hispanoamericano, Seymour Menton (Comp.), 9° ed. FCE, México, 2007, p. 726
[5] Ibíd., p. 736
[6] Ibíd., p. 734
[7] Ibíd., p. 732
[8] Ibíd., p. 735

Drácula, el Rey de la Noche

Por: Oscar Alberto Murillo Rubio.




Voy a dar un paseo solitario
desde ahora al día del Juicio Final.

Bram Stoker.








E
l siguiente trabajo es un intento de análisis minucioso del vampiro encarnado en Drácula de Bram Stoker con el fin de encontrar las posibles causas por las cuales Drácula es el vampiro prototípico dentro de esa literatura.
El uso de dos textos proporcionados por el profesor y dos libros de corta extensión de cuentos de vampiros cuya introducción es uno de los focos fundamentales para este trabajo, ayudarán para la realización del marco teórico. Para finalizar, ubicar en la obra las características del vampiro y darles una interpretación.
           
Los vampiros son seres de ultratumba sedientos de sangre, pues este líquido es el único que puede lograr que sigan existiendo. Hay diferentes formas de que alguien se convierta en uno de estos muertos en vida: están aquellos que son mordidos por un vampiro y se transforman a su vez en chupadores de sangre; en otros casos, se profana la tumba de un hombre, se gritan horribles palabras en el idioma de los demonios y se vierte sangre fresca sobre el cadáver podrido, para que tenga lugar la mágica transformación del muerto al vampiro.[1] El idioma de los demonios serían las blasfemias, maldiciones y también el uso de algún ritual satánico. El método para realizar su sangrienta labor, es con los colmillos que por alguna razón sobrenatural los tienen más largos y agudos que los caninos comunes.

¿De dónde surgió la palabra vampiro? De acuerdo con su etimología, el término "vampiro" que nosotros usamos actualmente se origina a partir de la palabra magiar vampyr, que a su vez es de origen eslavo y que aparece también en ruso, polaco. checo, serbio, y búlgaro (si bien encontramos también las variantes rusas upir / upyr y upuir en el Sur de Rusia; búlgaras vapir / vepir; rutenas tlepyr / vopyr / opyr y la variante polaca upier).[2]

¿En qué momento surgió todo este mito y por qué? A fines del siglo XIV y principios del XV, los hombres estaban llenos de creencias mágicas acerca de brujas, demonios y hechiceros, los representantes del mundo oscuro y maligno que existía como contraparte del reino de Dios. En cuanto a los vampiros, se creía en ellos por la idea católica de que los cadáveres santificados por la Iglesia no podían ser corrompidos por la fuerza del demonio, en tanto que los que no lo habían sido, serían seducidos por el reino del mal.
Ya desde finales del siglo XVII la gente creía en los vampiros, y éstos formaban parte importante de sus vidas. Se escribían crónicas acerca de ellos en Rusia, Polonia, Grecia, Bohemia y Moravia.
En el este de Europa surgieron las primeras historias acerca de los vampiros. Se acusaba a la gente de practicar el vampirismo o ser víctima de él. En medio del nerviosismo de los hombres que vivían en la barbarie – pues mientras que una región de Europa se ilustraba la otra se hundía en las tinieblas –, la realidad se poblaba de seres demoníacos.
Hubo un caso particular en Rumania: la región de Transilvania fue testigo de un acto de vampirismo que se le atribuyó a un hombre muerto, el cual fue desenterrado y en él se vieron las marcas que lo hacían culpable ante los campesinos atemorizados: ojos abiertos, el cuerpo estaba fresco y tenía lodo en los pies. Lo que más los impactó fue el hecho de que el cadáver tuviera pelo y las uñas largas (hoy sabemos que una vez muerto un hombre, es normal pelo y uñas le sigan creciendo). Las autoridades decidieron clavarle una lanza al cadáver y quemarlo luego de arrancarle el corazón, comer tierra de la tumba donde dormía el vampiro y colgar ajos[3] por el pueblo para quedar libres del maleficio.[4]
En 1730, incluso había artículos científicos que avalaban la existencia de los vampiros, explicando cómo es que necesitaban beber sangre de los vivos para continuar con su muerte en vida. La histeria colectiva no se hizo esperar en Valaquia y Moldavia, donde los habitantes fueron a los cementerios a cometer una espantosa carnicería con los restos humanos que encontraron en los sepulcros. Estas acciones fueron criticadas duramente por Inglaterra y los países ilustrados de Europa.
Un extenso estudio en Viena acerca de los acontecimientos del dominio popular sobre los vampiros, las opiniones de la gente y sus pruebas ante estos sucesos, aseguraba que todo era producto de la superstición e imaginación tétrica de los hombres que vivían en soledad en medio de las altas cordilleras. A partir de este tratado, la Iglesia católica condenó que sacaran los restos humanos de las tumbas para quemarlos, pues estos actos estaban contra las leyes de Dios; sin embargo, mientras sacerdotes sancionaban estas acciones salvajes, otros incitaban al pueblo a realizarlas, pues así crecía su fuerza sobre él. Finalmente un obispo romano, famoso en todo el continente, declaró que la falsedad de las historias de vampiros al este de Europa era evidente.
Pero el tratado de Viena y las opiniones de la Iglesia a favor y en contra de la existencia de los vampiros, sirvieron para reforzar la creencia de estos seres en el oeste de Europa. Esto sucedió cuando algunas personas escribieron, de manera anónima, tratados que avalaban la existencia de los muertos vivientes. Así, este y oeste creyeron fielmente en estos seres sobrenaturales. Los rumores y los textos acerca del fenómeno, fundieron tradiciones antiguas con el mito del vampiro con tanta intensidad, que éste se inmortalizó, quedando una referencia literaria para los magníficos escritores del siglo XIX.[5]

¿Qué hay de las otras culturas? El mito del vampiro se encuentra difuso prácticamente en todas las culturas, sin que se pueda establecer una relación en la génesis del mismo. Los antiguos chinos creían en la existencia de un demonio bebedor de sangre humana que denominaban Ch'ing Shih y que era considerado un demonio que se apoderaba del cuerpo de un difunto preservándolo de la corrupción. Según la visión del cosmos de la religión tibetana Bon, precedente a la introducción del budismo, en la esfera subterránea del cosmos viven los Sa-bdag y los Sri, que son espíritus vampiro que atacan a los recién nacidos.
También las antiguas civilizaciones peruanas creían en la existencia de unos seres adoradores del diablo que chupaban la sangre a los jóvenes dormidos para robarles la vida y que denominaban canchus o pumapmicuc. Ovidio hablaba de una diosa Carna, Cardea o Cardna, que protegía a los niños impidiendo que se les aproximasen los vampiros y las striges que chupaban la sangre de los recién nacidos. La Émpusa griega a es un espectro de la corte de Hecate que se alimenta de carne humana, atacando a sus victimas bajo la forma de una hermosa mujer, y que amenaza la seguridad de los niños.[6]

Ahora existe otra cuestión: ¿por qué la sangre? La Iglesia católica le da una gran importancia a la sangre; es el centro mismo de la misa, en la consagración del vino que se convierte en sangre. Así, mientras Jesucristo derramó su sangre para la salvación, el señor de las Tinieblas la toma para sobrevivir.[7] Esa es la definición apropiada para relacionar el vampiro como un ser demoníaco, pero veamos el significado de la sangre dentro de la obra de Stoker que, curiosamente, está vinculada con la Biblia: "¡La sangre es la vida, la sangre es la vida!"[8], repetía en la obra de Bram Stoker Renfield desde el manicomio ante la visión de la sangre del doctor Seward; exactamente la misma idea que desarrollara ya el Levítico 17:lO-16, que indica explícitamente que la vida de toda carne está en la sangre y que por ello su ingestión le está terminantemente prohibida al hombre y el contacto con ella, cuando se sacrifica o descuartiza un animal, provoca la impureza. La misma idea que reaparece en el Deuteronomio 12:23, de donde Stoker extrae la frase que pone en labios del señor Renfield.[9]

Bram Stoker dio el nombre de Drácula a su vampiro porque escuchó de un “voivoda” rumano llamado Vlad Tepes Draculea III que combatió a los turcos alrededor del siglo XV. Cuando se habla de ese personaje histórico, se recuerdan los mitos inmortalizados en grabados de él almorzando cerca del “Bosque de los empalados”. Muy probablemente estos causaron el mito de Vlad mojando en sangre (de los empalados) el pan con el que acompañaba sus comidas. Claro que antes de saber sobre éste personaje, Bram Stoker se inspiró en literatura de vampiros de su época, pero la que tuvo mayor influencia fue la novela corta Carmilla de Joseph Thomas Sheridan Le Fanu.
La narración de Drácula es a base de diarios de los personajes, cartas, telegramas, etc., de manera que un narrador en primera persona es el que predomina a lo largo de la novela. El motivo, es provocar al lector esa sensación de horror al sentirse parte de la narración como uno de los personajes; el subconsciente lo sugestionará para lograr dicha sensación. Por ejemplo: durante la novela los personajes se envían cartas y telegramas entre sí y el lector, al saber que estos documentos no llegan a los destinatarios, crece el suspenso y obligará al lector decir palabras como “lee la carta” pareciendo como si dialogara con los personajes de la novela. Después el lector se cuestionará qué sucederá con el personaje que no leyó la carta y por lo tanto continuará con la lectura que terminará por perturbarlo.

El castillo[10] es una figura arquitectónica que remite un secreto, puesto que es una bóveda repleta de misterios que posiblemente nunca se descubrirán. El de Drácula, es descrito como un castillo medieval con arte gótico y, ubicado en un lugar como los montes Cárpatos, los índices o signos de la humanidad son muy escasos. Por dentro, está de alguna forma sellado del exterior: no hay ventanas o estas fueron cuidadosamente cubiertas privando la visión a las afueras de la fortificación. La idea de la “visión bloqueada” en el caso de las ventanas, es que no existe esa tranquilidad o símbolo de paz que nace al ver la naturaleza, la seguridad de la luz del día o algún ruido que rompa el silencio además del viento; en vez de ello, la oscuridad, el silencio y la soledad reinan en todo el lugar para causar una sensación de incertidumbre y miedo. Las únicas ventanas son las que se encuentran en la habitación de Jonathan Harker y la de Drácula – en uno de los lugares de mayor altura –, estas son de un espacio reducido para que al menos quepa una persona con mucha dificultad para provocar un sentimiento de claustrofobia y principalmente el de marcar un énfasis en que es imposible hallar una salida en la fortificación.

El vampiro es comparado con un demonio al temer las figuras sagradas como la Hostia, un crucifijo bendito, un círculo sagrado o el agua bendita. Lo podemos observar al acto de purificación de los ataúdes en el castillo de Drácula, realizado por el doctor Abraham Van Helsing, experto en el tema del vampirismo dentro de la novela. El rito consistía en colocar una Hostia en el ataúd para que se purificara y el vampiro no pueda entrar en el para recuperar sus fuerzas.[11] Tenemos el ejemplo de Mina Murray cuando está convirtiéndose en vampiro: Van Helsing realizaba una oración para la protección de Mina y al colocarle una Hostia en la frente; la piel tuvo una reacción negativa al objeto sagrado y termina por quemarse como si fuera ácido, lo único que ella empieza a decir es que es impura.[12]
El proceso de la aniquilación del vampiro es muy antiguo, sin embargo, Bram Stoker le dio los toques que la tradición omitía o eran procesos incompletos. De acuerdo con Van Helsing, para aniquilar por completo a un vampiro, es clavarle una estaca en el corazón mientras se lee la oración de difuntos – parece como si se tratara de alguna clase de exorcismo; además, Van Helsing nunca menciona específicamente el nombre real de la oración –, cortarle la cabeza y llenarle la boca de ajos. La estaca en el corazón haría al vampiro debilitarse porque como la sangre es la fuente de su fuerza y vida, estaría debilitándose conforme la sangre fuera drenándose y la oración haría el trabajo de contener el poder del vampiro. Después de la estaca, el “espíritu maligno” del vampiro abandona el cuerpo y este regresa a la normalidad; implícitamente, Van Helsing dice que podría volver el espíritu, por lo que acuden a cortar la cabeza del cuerpo con el fin de que no conseguiría nada si lo hiciera; por si fuera poco, se llena la boca de ajo para ahuyentarlo.

/ Los vampiros son fuertes y poderosos para hacer el mal. Éste, que está entre nosotros, posee tanta potencia como veinte hombres. Es más astuto que cualquier mortal, porque ha necesitado serlo a través de los siglos. Recibe la ayuda de la adivinación de los muertos. Con quien entre en contacto, queda bajo sus órdenes. Es diabólicamente cruel. Puede, dentro de ciertos límites, aparecer a voluntad donde y cuando quiere, y en cualquiera de sus formas. Es capaz, en su esfera, de dirigir los elementos: la tormenta, la niebla, el trueno. Manda a todas las cosas inferiores: a la rata, al búho, al murciélago, a la polilla y al lobo. Crece y se hace más pequeño a su antojo; en ocasiones puede hacerse invisible. /[13]
La fuerza que dice Van Helsing se conoce como “fuerza sobrehumana”, vista cuando Drácula carga las cajas de tierra de gran tamaño a una de las casas para refugiarse[14] o la famosa imagen de Drácula descendiendo del castillo fácilmente como si fuera un lagarto.[15] El énfasis en la palabra éste, y la frase que le continúa que está entre nosotros, es para remarcar que Drácula no es un vampiro como cualquier otro que se menciona en la novela – por ejemplo Lucy Westenra –, refiere que es más peligroso; la frase, es una expresión muy común que se refiere a una oración cristiana: Dios entre nosotros. Esta tiene finalidad de invocar su sagrado nombre y evadir los malos espíritus. En otras palabras, Drácula, al igual que Dios, es omnipresente.
Drácula recibe ayuda de los muertos al tener el control de los espíritus malignos y almas en pena. Se pueden comunicar con él de la misma forma como lo puede hacer un médium o con un proceso similar a la Cuija.
Con quien entra en contacto, queda bajo sus órdenes. La oración se refiere a que puede convertir a otros en vampiros para que queden a sus órdenes o su maldad es tanta que puede poseer a los carentes de espíritu – digámosle – bueno.
Es capaz, en su esfera, de dirigir los elementos: la tormenta, la niebla, el trueno. Manda a todas las cosas inferiores: a la rata, al búho, al murciélago, a la polilla y al lobo. La tormenta, la niebla, el trueno y los animales pertenecen a un campo semántico de la noche y la oscuridad, los dominios del vampiro.

/ […] No puede entrar en ninguna parte por primera vez, a menos que alguien de la casa lo invite a entrar.
Su poder acaba con la llegada del día. Únicamente en ciertas ocasiones goza de libertad limitada. /[16]
Estas características son propias de Drácula.[17] La primera representa una debilidad de Drácula al verse limitado a no poder entrar a una casa a menos que se invite.[18]
La segunda característica desmiente el mito popular de que la luz del día mata al vampiro. Se creía que se haría ceniza si la luz del sol tocaba la piel del vampiro, pero en realidad sólo los poderes se anulaban y puede permanecer a la luz del día en forma humana para tal vez restablecer fuerzas, curarse de sus heridas, etc. Tal y como lo describe Mina Murray cuando Jonathan Harker vio al conde rejuvenecido.[19]

/ […] Existen otros medios: La rama de rosa silvestre y puesta en su ataúd, le priva de movimiento. Una bala bendecida, disparada en su féretro, le destruye de verdad y para siempre. /[20]
De acuerdo con las leyendas y creencias europeas, existen ciertas plantas que se usan para ahuyentar a los demonios. La rosa silvestre contiene propiedades parecidas al ajo.
Existe un elemento similar al ataúd que es muy importante para Drácula: las cajas de tierra del castillo. Drácula utiliza la tierra “maldita” reposar y con ello regenerar sus poderes. Como el ataúd puede ser purificado o inmovilizado por la rosa silvestre, la caja tiene sus desventajas al ser purificada.[21] Además, el único método para que Drácula recupere sus poderes completamente, debe permanecer en su ataúd.
Drácula no necesita mostrar su verdadera forma (monstruo) para causar terror. Jonathan Harker es testigo al ir al castillo. Él de alguna forma se acostumbra a la soledad y el silencio del lugar cuando Drácula se ausenta y al momento en que se percata de que las cosas se están tornando aterradoras,[22] la soledad y el silencio se transformaron en su enemigo para causar más terror: sabe que ya no está solo[23] y encerrado en un castillo con puertas cerradas, ventanas selladas y almacenando demonios; los sentimientos de agobio y terror aparecen, concibiendo la paranoia y al final la locura de Jonathan Harker.[24]
La causa principal del terror de Jonathan, es que Drácula no se vio reflejado en el espejo.[25] De acuerdo a la creencia de que los vampiros carecen de alma, no tienen reflejo, la cual es un símbolo de la satisfacción de estar vivo.

/ – ¡Quería usted ayudar a esos hombres a darme caza y a frustrar mis planes! Ya sabe ahora, y ellos lo sabrán muy pronto, lo que significa cruzarse en mi camino. Mientras se asociaban para luchar conmigo, yo frustraba sus intentos. Y usted, a quien veneran, será para mí: carne de mi carne, sangre de mi sangre, vida de mi vida, abundante lagar durante mucho tiempo. Más adelante se convertirá en mi compañera y ayudante. […] Ahora acudirá a mi llamada. Cuando mi cerebro diga: “¡Ven!”, usted cruzará la tierra o los mares para ejecutar mi mandato. ¡Y para que se cumpla esto beberá mi sangre! /[26]          
            Van Helsing nombra este acto: el bautismo de la sangre del vampiro.[27] Tal bautizo fue tan popular que se usa en toda la literatura de vampiros posterior a Drácula, aunque ninguna de ellas se compara con la original.

            Sin duda Drácula es la máxima representación del vampiro literario al seguir los cánones marcados por las tradiciones y creencias folclóricas. Obviamente existen algunas obras antes de esta, pero fue gracias a Bram Stoker que logró brindar ese empuje que los vampiros literarios necesitaban. Claro que también existen textos posteriores a Drácula, pero ninguno de ellos tendrá ese toque perturbador y sugestivo de Bram Stoker.

Bibliografía.
Ingelmo, Salomé Guadalupe. “La sangre es la vida. A la caza del vampiro semítico. En Isimu II.
Balam, Alaric, Cuentos clásicos de vampiros, Editores Mexicanos Unidos, México, 2003.
Stoker, Bram, Drácula, Producciones Editoriales, España, 1979.
Vargas Galván, Rocío, Con sed de sangre. Leyendas de vampiros, Editores Mexicanos Unidos, México, 2010.


[1] Balam, Alaric, Cuentos clásicos de vampiros, Editores Mexicanos Unidos, México, 2003, p.p. 5
[2] Ingelmo, Salomé Guadalupe. “La sangre es la vida. A la caza del vampiro semítico. Isimu II, p.p. 1-2
[3] Hay que recordar que el ajo es una planta que emana un olor muy fuerte; se rumora, que es capaz de ahuyentar a todo espíritu maligno, demonio y por consecuencia, al vampiro.
[4] Balam, Alaric, Cuentos clásicos de vampiros, Editores Mexicanos Unidos, México, 2003, p.p. 6-8
[5] Ibid, p.p. 8-9
[6] Ingelmo, Salomé Guadalupe. “La sangre es la vida. A la caza del vampiro semítico. Isimu II, p.p. 2
[7] Vargas Galván, Rocío, Con sed de sangre. Leyendas de vampiros, Editores Mexicanos Unidos, México, 2010, p.p. 6
[8] Stoker, Bram, Drácula, Producciones Editoriales, España, 1979, p.p. 189
[9] Ingelmo, Salomé Guadalupe. “La sangre es la vida. A la caza del vampiro semítico. Isimu II, p.p. 1
[10] Se rumora que Bram Stoker se inspiró en el castillo de Bran – curiosamente ubicado en Rumania – para crear el hogar de Drácula en los montes Cárpatos y la única forma de llegar al castillo es por un camino llamado el paso de Borgo.
[11] Hay que recordar que tales objetos sólo ahuyentan o dañan al vampiro, mas no lo elimina.
[12] Stoker, Bram, Drácula, Producciones Editoriales, España, 1979, p.p. 332
[13] Ibíd, p.p. 282
[14] Ibíd, p.p. 304
[15] Ibíd, p.p. 53-54
[16] Ibíd, p.p. 284
[17] Cabe mencionar que la primera de ellas de alguna forma es vista implícitamente en Carmilla.
[18] Existe una creencia religiosa que, curiosamente, es parecida a esta característica: Dejar que Cristo entre en tu corazón. Se ve representada muchas veces con una pintura de Jesucristo tocando una puerta que no se abre por fuera. La finalidad, abrir las puertas para que Él entre y llene de gozo al dueño de la casa, de manera que haciendo esto, tendrá acceso a la casa cada vez que sea necesario. En otras palabras, la casa se refiere al alma o al corazón de la persona y Jesucristo es la Hostia.
[19] Stoker, Bram, Drácula, Producciones Editoriales, España, 1979, p.p. 220-221
[20] Ibíd, p.p. 284
[21] Ibíd, p.p. 330
[22] Ibíd, p.p. 43-44
[23] Ibíd, p.p. 56-62
[24] Ibíd, p.p. 63
[25] Ibíd, p.p. 39
[26]Ibíd, p.p. 325
[27]Ibíd, p.p. 349