y ella dirá:” ¿Por qué no lloré yo?”
Gustavo Adolfo Bécquer.
Existe un camino,
en donde no hay Luz.
Hay una senda
en la cual no se respira el alivio.
Entrar en él es sencillo.
Salir...
Tristeza y Soledad, ambos nombres lleva.
¿A dónde conducirá?
¿Qué habrá del otro lado?
Riquezas, quizá,
poder, tal vez…
Nada de eso es tan valioso
como poder encontrar una cura para mi corazón...
Un corazón, que permanece herido sin esperanza de ser curado,
con una coloración oscura.
El viaje me revela
que ningún camino está en tinieblas para siempre:
Éste ocultaba en su profundidad un pequeño baúl
que resplandecía.
No eran riquezas,
sólo aquella cura perdida
que me ha dado la oportunidad de amar de nuevo.
Al final, mi corazón ha vuelto a latir.
Agradecimientos: Sergio Martínez Medina por ayudarme a darle forma a este poema.
k lindo me gusta, eres muy lindo y bueno en lo k t gusta felicidades!!!!
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